El estudio, titulado “Back to Life – Deutschlands Krisen-Kompass 2020”, ofrece una optimista perspectiva sobre la visión de los consumidores alemanes. Clarissa Moughrabi, directora de investigación de mercados en Axel Springer, explica la metodología usada para tipificar a la población, y considera que el estudio será útil para dirigir apropiadamente las próximas campañas publicitarias y aprovechar potencial ocioso. Se encuestaron a aproximadamente 2.000 personas a partir de los 16 años, y los resultados fueron positivos: aproximadamente un 96% de los encuestados considera que su hogar ha sido y seguirá siendo capaz de afrontar la crisis del coronavirus; un 87% piensa que esta crisis ha demostrado lo importante que son la solidaridad y la unidad. Sim embargo un 36% se preocupa por su estabilidad financiera y un 19%, uno de cada 5, sobre su propio puesto de trabajo.
El estudio ha clasificado a los consumidores en 4 tipos según su manera de afrontar y tratar de superar la crisis:
* El consumidor reflexivo (31%): tiende a pensar mucho, consume con precaución y siempre tiene en mente al colectivo.
* El consumidor optimista (30%): Se alegra de la vuelta a la normalidad, entra en los comercios más a menudo e incluso planea sus vacaciones.
* El consumidor prudente (25%): Limita el contacto social y el transporte público, prefiere la compra on-line y ha cancelado sus planes existentes.
* El consumidor indiferente (14%): Se comporta igual que si no hubiera crisis del Covid-19, no hace caso a las nuevas reglas de prevención de infección.
Según el estudio, los 4 tipos de consumidores no solo actúan de forma distinta frente a la pandemia, sino que también sus preferencias en el consumo difieren. El consumidor optimista es más abierto a nuevos productos y ofertas, apenas ha disminuido su consumo durante la pandemia. Durante la crisis ha reflexionado sobre su estilo de vida y pretende consumir de una manera más sostenible, al igual que los consumidores reflexivos. Estos otros consumidores se han interesado por las inversiones financieras y los seguros, totalmente al contrario que los consumidores prudentes, que tampoco le interesa demasiado la sostenibilidad.
Durante la pandemia, sin embargo, se ha concentrado un foco sobre la sostenibilidad. Casi dos tercios de los consumidores encuestados están dispuestos a comprar productos de empresas concienciadas y responsables con el medio ambiente.
A la sostenibilidad se le da mayor o menor importancia en función del sector del que se esté hablando: respecto a los bienes de consumo, un 86% de los encuestados se preocupan por la sostenibilidad, mientras que el porcentaje se reduce al 57% al cambiar al sector de la moda y la ropa.
Finalmente, la actitud frente a temas financieros se ha reforzado durante la crisis (al menos el 31% de los encuestados ha pensado sobre ello), sobre todo para el consumidor optimista (36%).