El Rosselkhoznadzor (Servicio Federal de Vigilancia Veterinaria y Fitosanitaria de Rusia) ha reforzado sus controles sobre los tomates y pimientos importados. Los envíos que lleguen a Rusia se someterán a pruebas de laboratorio adicionales, según declaró Nikolai Vlasov, subdirector de Rosselkhoznadzor, a la Unión Nacional de Frutas y Hortalizas.
El informe del Rosselkhoznadzor dice que esto se está haciendo principalmente para prevenir la entrada del virus de la fruta rugosa marrón del tomate (ToBRFV) y el virus del marchitamiento manchado del tomate (TSWV). El Centro de Cuarentena Vegetal de toda Rusia ya ha analizado el riesgo fitosanitario de estos virus y ha procesado su inclusión en la Lista unificada de objetos en cuarentena de la EAEU.
La iniciativa de fortalecer los controles sobre las hortalizas importadas provino de la Unión Nacional de Frutas y Hortalizas. En junio, la Unión envió un informe al director del Rosselkhoznadzor, Sergei Dankvert, en la que pedía reducir el riesgo de importar algunas de las enfermedades más peligrosas del tomate a Rusia. El informe decía que el virus puede infectar tomates y pimientos, provocando reducciones en el tamaño de la fruta, retrasos en la maduración, pérdida del color natural y deterioro de la calidad del producto.
En Rusia, los casos del virus aún no se han registrado oficialmente, pero podrían llegar a vegetales infectados de otros países. Ya se han reportado detecciones en China, Turquía, República Dominicana, Francia, Grecia, Italia, Jordania, México o España.
Rusia, junto a Estados Unidos y Alemania son los países que más gastan en compar tomate en el mundo. El valor total de las importaciones de tomate en todo el mundo en 2018 alcanzó los 7.820’2 millones de euros, siendo Alemania el que mejor lo pagó de entre los 20 mayores compradores y Rusia tuvo un gasto en la compra de tomate de 533’32 millones de euros, pagándolo a 0’923 euros por kilo.
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