El Instituto Alemán del Vino (DWI) muestra en un estudio reciente que, aunque las ventas de Vinos y espumosos sin alcohol hayan observado un acusado aumento, todavía siguen siendo relativamente desconocidos. Hace referencia a una encuesta de 16.883 consumidores participantes realizada por el grupo Nielsen. Sobre todo se da este caso en los vinos tranquilos sin alcohol que, obteniendo solamente una cuota de mercado del 1%, pertenece claramente a un nicho de mercado.
Solamente el 15% de los encuestados conocía la existencia de vinos blancos sin alcohol, los otros colores obtuvieron un porcentaje incluso menor. Ocurre al contrario con el vino espumoso, en cuyo segmento ocupan un 5% de cuota de mercado pero un 53% de reconocimiento por parte de los encuestados.
Las previsiones del sector se encuentran entre los 3 y los 5 millones de litros según Ernst Bücher, Portavoz de Prensa del DWI. Aunque los productores vean el potencial, se mantienen los vinos sin alcohol en un escenario ambiguo.
El principal argumento en contra de estos vinos sin alcohol siempre ha sido el sabor de peor calidad; los fabricantes han podido mejorar progresivamente este sabor mediante técnicas aromáticas. El primer argumento para la compra es la posibilidad de conducir tras beber; también es una alternativa si no se desea beber bebidas alcohólicas en general. Se considera problemático para este producto su falta de disponibilidad en el mercado.
Fuente: https://www.meininger.de/