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La globalización ha llegado a los empleos tecnológicos: ya no es necesario mudarte para trabajar en una empresa de Silicon Valley

By 11 julio, 2022 No Comments

La startup Deel tiene su sede en San Francisco, pero los 21 puestos de trabajo de ingeniería que busca cubrir no estarán en la ciudad. Probablemente, ni siquiera se ubiquen en Estados Unidos. La idea esta empresa es buscar algunos en América Latina, otros en Europa, África y Oriente Medio, pero afirma ser flexible, ya que lo importante para ellos es encontrar a los mejores, independientemente de dónde vivan. Desde su creación en 2019, han construido la que podría ser la empresa tecnológica más global de su tamaño: 1.100 empleados repartidos en más de 75 países, incluyendo Nigeria, Colombia y Bielorrusia. Los empleados estadounidenses constituyen solo el 18% de la plantilla de la empresa, y solo el 1% están en ingeniería, datos y productos.

Se trata de un cambio radical en el sector tecnológico. Desde el principio, Silicon Valley se comprometió a mantener sus puestos de trabajo más importantes allí, para que todos pudiesen disfrutar de los espacios de ocio de las oficinas y aprovecharlos para interactuar.

Sin embargo, estos beneficios no estaban ahí para complacer a los empleados: las empresas querían que sus equipos estuvieran juntos, las 24 horas del día. «Creían que el trabajo codo con codo fomentaría la creatividad», opina Duri Chitayat, un veterano ejecutivo de la industria tecnológica.

Pero ahora, cada vez más compañías del sector siguen el ejemplo de Deel. El mes pasado, en la plataforma de contratación Laskie, el 75% de las empresas que buscaban ingenieros en Estados Unidos también lo hacían en América Latina. Esta cifra es superior al 55% de hace un año. Y antes de la pandemia, el CEO Chris Bakke estima que solo el 25% de las compañías buscaban ingenieros en la región.

El rápido y arrollador cambio en el empleo tecnológico está siendo impulsado por la confluencia de 2 factores: el trabajo a distancia y la Gran Dimisión. Una vez que empezó a permitirse teletrabajar, se dieron cuenta de que podían contratar no solo en Estados Unidos, sino también en el extranjero.

La codificación, de hecho, es el trabajo más fácil de realizar a distancia en el país: en un análisis reciente de las ofertas de empleo en Indeed, en 51 categorías profesionales, las personas con más probabilidades de que se les permitiese trabajar desde casa eran los desarrolladores de software. A fin de cuentas, solo se necesita un ordenador y buena conexión a internet.

No obstante, incluso cuando las empresas de EEUU amplían el ratio de contratación a otros territorios del país, siguen teniendo dificultades para encontrar ingenieros. Y, debido a la Gran Dimisión, se ven obligadas a pagar sueldos cada vez más altos. Así que, ¿por qué no buscar el talento tecnológico en otra parte, sobre todo cuando se puede conseguir por menos dinero? «Si ya nadie necesita entrar en una oficina, ¿sigue valiendo la pena contratar a los mejores trabajadores tecnológicos de Estados Unidos?», reflexiona Bakke.

Ahora, a medida que más empresas trasladan los puestos de trabajo al extranjero, los mejores y más brillantes de Silicon Valley ya no compiten solo entre ellos. Compiten con el resto del mundo. Lo que empezó siendo un mercado de trabajo firmemente local se está convirtiendo, por fin, en un mercado de trabajo internacional. La globalización empezó en las fábricas, y luego se extendió al personal de apoyo. Ahora ha llegado al último bastión de los empleos tecnológicos estadounidenses: las filas de la élite de los ingenieros.

0,6% de desempleo

Con la generalización del teletrabajo, es raro pensar que hubo un tiempo en que la cultura de Silicon Valley se basaba en la interacción cara a cara en las oficinas. Cuando las empresas tecnológicas querían aprovechar las habilidades de los programadores extranjeros, construían oficinas en grandes ciudades de otros países que fuesen conocidos centros tecnológicos. O bien tramitaban visados para aquellas personas extranjeras que mostraban un gran talento, y se las llevaban a Estados Unidos.

No obstante, solo las grandes empresas podían permitirse construir oficinas en el extranjero. Y en la era Trump, los visados se volvieron casi imposibles de conseguir. Esto limitó la capacidad de la industria tecnológica para contratar talento extranjero, incluso cuando la demanda de ingenieros alcanzaba un máximo histórico.

Entonces llegó la pandemia. Por primera vez, estas compañías se dieron cuenta de que no era necesario que la gente se viera todos los días para trabajar bien juntos. Con todo el mundo confinado, el trabajo seguía saliendo adelante. Todos, desde los gigantes tecnológicos hasta las empresas más pequeñas, empezaron a contratar ingenieros en todo Estados Unidos, mucho más allá de las ciudades donde tenían oficinas. Eso les permitió aprovechar una reserva de talento mucho mayor, y pagar sueldos más bajos.

Pero, a pesar de todo esto, seguía resultando muy difícil encontrar ingenieros. En el último trimestre, la tasa de desempleo de los desarrolladores de software fue solo del 0,6%, una de las más bajas. Básicamente, Estados Unidos se quedó sin ingenieros que buscasen trabajo. Esto alimentó una competencia feroz entre empresas por captar talento, que acabó llevando a una fuerte subida de salarios.

Y esto, finalmente, ha hecho que el talento empiece a buscarse en el extranjero. Hacerlo, también supone una ventaja económica, ya que un ingeniero que viva en Ciudad de México cobra mucho menos que uno de EEUU. Mientras que a uno en EEUU habría que pagarle un sueldo de alrededor de 190.000 dólares (unos 180.000 euros), su homólogo mexicano, siempre que tenga experiencia y un muy buen nivel de inglés, cobraría unos 91.000 dólares (87.000 euros). Según Deel, empresa especializada en recursos humanos, los salarios medios de los ingenieros de software senior son de 57.000 euros en Argentina, 73.000 euros en Filipinas, 77.000 euros en Brasil y México, y 81.000 euros en Polonia.

Canarias en los primeros puestos en las preferencias para el trabajo en remoto

Canarias por sus condiciones climáticas, geoestratégicas (plataforma tricontinental de África, América y Europa) y comunicaciones de alta calidad (físicas y digitales), junto un Régimen Económico y Fiscal altamente beneficioso, es uno de los mejores polos de atracción de nómadas digitales que buscan estas bondades y que aportan nuestro archipiélago.

Canarias se encuentran entre los destinos preferidos por los nómadas digitales de todo el mundo. En la clasificación Nomad List, una plataforma que periódicamente actualiza su ranking, y donde son los propios usuarios quienes valoran a los destinos, las islas aparecen periódicamente en las primeras posiciones. Según datos de la consejería, en algunos días concretos de estos últimos meses hubo hasta más de 4.000 personas registradas teletrabajando desde Canarias.

Por otro lado, Airbnb ha publicado los 20 destinos de todo el mundo donde es más fácil vivir y trabajar en remoto y donde figuran Canarias, Bali y el Caribe, entre otros. La web de destinos vacacionales recibió más de un millón de visitas en la semana posterior a anunciar su política de trabajo flexible.

Fuente:https://www.businessinsider.es/- PROEXCA