La Molineta cumple este año 150 años moliendo gofio y puede presumir de ser el único molino que ha sobrevivido hasta la actualidad en el centro de La Laguna, concretamente en la calle Núñez de la Peña, conocida antiguamente como la de Los Molinos. “Entre 1800 y 1850 había unos 18 molinos desde aquí, que en aquel entonces era las afueras de la ciudad, y hasta la cabecera de Los Rodeos”, explica José Luis García, gerente de la empresa y quinta generación al frente de La Molineta.
“Mi familia construyó el molino en 1866 a otra familia que tenía molinos aquí -continúa relatando-, con un sistema bastante revolucionario respecto a aquella época, ya que era un molino de viento, y que fue dejando obsoletos a todos los demás que había, ya que trabajaba más rápido por los vientos alisios y molía el doble respecto a los convencionales”.
Su familia, en concreto su tatarabuelo, adquiriría finalmente La Molineta a principios del siglo XX y hasta hoy en día ha permanecido en la familia, manteniendo el edificio original y algunas de las vigas de madera de la época. “Otro cambio importante fue en 1936 con mi abuelo, que montó el primer motor eléctrico y fue toda una evolución”, apunta.
Pero, ¿cuál es el secreto para lograr sobrevivir 150 años? “Supongo que el secreto es hacer las cosas bien, hacer buen gofio, actualizarse, el relevo generacional, aplicar las nuevas herramientas… Todo eso es importante”, afirma José Luis García.
En la actualidad, La Molineta produce 13 variedades de gofio, todo de forma tradicional, con piedras molineras. “Nuestra trayectoria siempre es innovar y sacar nuevos cereales -indica-. Tenemos gofio para deportistas, para niños, para diabéticos, el tradicional de trigo y el de espelta, que es el último que estamos sacando y que es un boom, se vende todo aquí no se comercializa”.
La última novedad son las cajas con monodosis de gofio en sobres. “Desde hace muchos años los tenemos puestos en colegios, hoteles y hospitales de Canarias, pero ahora vamos a llevarlo al consumo individual -señala García-. Por ahora a nivel regional solo estará en los supermercados de El Corte Inglés y luego se venderá en el mostrador de aquí de La Molineta y fuera de las Islas, porque está más enfocado para ese ámbito”.
Alemania, Japón y EE.UU.
Y es que desde hace unos 12 años la empresa exporta gofio a Alemania, EE.UU. y Japón, en el marco del plan de internacionalización del ICEX, además de en Canarias y la Península. “Está funcionando bien, se vende como producto gourmet y un alimento natural. De momento no vamos a exportar a otros países, no tenemos pensamiento de gran distribución, es otra filosofía de trabajo”, manifiesta al respecto el gerente de la empresa.
Un éxito que se debe también a que “cada vez la gente está mejor informada y preparada para saber que el gofio está recomendado dentro de la dieta, por la Organización Mundial de la Salud, por sus altas propiedades nutritivas”, apunta. Y para seguir manteniendo este consumo en las futuras generaciones desde la empresa se realizan también talleres y visitas escolares, con casi 6.000 menores ya, y también de universitarios. “Constantemente estamos realizando este tipo de proyectos -explica José Luis García-. Los canarios tomamos mucho gofio porque es parte de nuestra cultura y gastronomía diaria, la gente sigue consumiendo y trabajamos para que no se pierda con campañas que estamos haciendo constantemente de información y conocimiento” de las propiedades nutritivas de este alimento natural e integral, así como “estar siempre actualizándose a la demanda y estar siempre informado de los nuevos cereales que se están haciendo y de los tipos de gofio”, añade.
Todo esto para seguir moliendo gofio otros 150 años al menos.
La historia e influencia del antiguo molino
Con motivo de la conmemoración del 150 aniversario de La Molineta, desde la empresa están trabajando conjuntamente con la Universidad de La Laguna para publicar un estudio sobre “la historia y la influencia” que el antiguo molino tuvo sobre la ciudad, que “fue bastante grande” ya que “los molinos eran básicos para la producción de gofio y harina para la población de aquella época, que traía aquí sus cereales”, explica José Luis García. El director general de la Fundación Cicop, Miguel Ángel Matrán, ha denunciado que los molinos de gofio no están protegidos por ninguna administración y que todo ese patrimonio industrial del municipio se está perdiendo de manera “alarmante”. En la actualidad en el casco de la ciudad solo queda el molino de La Molineta, y hay uno más en Las Mercedes y otros dos en Tejina.
Fuente: Diario de Avisos