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Prácticas de export manager de Rodrigo Naumchik González en Estocolmo, Suecia, Promoción 2015

By 11 septiembre, 2015 mayo 14th, 2020 No Comments

¿Qué modalidad de becas cursas?

Export Manager en Oficinas Comerciales.

«Adicionalmente, una empresa internacionalizada tiende a ser mucho más sólida.»

¿A qué país fuiste destinado?

Suecia

¿Cuáles son tus funciones?

Como export manager PROEXCA, mi objetivo se centra, a grandes rasgos, en el apoyo a las empresas canarias que deseen comerciar o implantarse en Suecia, la búsqueda de oportunidades de negocio en el país y la ayuda a empresas suecas que deseen realizar negocios en Canarias. Parte de esta labor radica en la elaboración de noticias, informes y notas que puedan ser de interés para determinados sectores empresariales canarios.

Como parte de la oficina, mi función radica en brindar apoyo a las empresas españolas interesadas en el mercado sueco. Esto se lleva a cabo a través de la elaboración de informes sectoriales, la asistencia a ferias y eventos de interés para el empresariado español y la resolución de consultas y servicios personalizados. Claramente, una parte importante del trabajo realizado para la oficina es útil también para Canarias.

¿Qué te motivó orientar tu andadura profesional hacia el comercio internacional?

A mi modo de ver, el comercio internacional es una de las áreas más abiertas del mundo de la empresa. Afecta prácticamente a todos los ámbitos de la empresa, desde las finanzas hasta el diseño de productos, por lo cual el abanico de salidas posibles es bastante extenso. Por otro lado, dada su naturaleza internacional, es una rama en la que es necesario entender a otros países, culturas y formas de pensar, así como amoldarse a ellas de cara al trato con actuales o potenciales clientes, proveedores, etc.

Paralelamente, los años posteriores a la crisis iniciada en 2008 pusieron en relieve la importancia del comercio internacional y las empresas con visión global. Por norma general, las empresas con exportaciones regulares o con sucursales o filiales en el extranjero fueron más capaces de soportar las inclemencias de la recesión y recuperar la salud previa a la crisis. En este sentido, considero que es importante que la empresa apueste por la internacionalización y me gustaría formar parte de ella.

¿Qué destacarías de tu experiencia como becario?

A nivel profesional, la experiencia que uno obtiene durante la beca. Se trabaja con muchas empresas de diferentes sectores e intereses, brindando al becario una excelente oportunidad para ampliar sus conocimientos y tratar en cierta profundidad un amplio rango de realidades empresariales. Tarde o temprano, todo conocimiento puede ser de utilidad.

A nivel personal, la oportunidad de vivir un año en el extranjero en una cultura con ciertas diferencias frente a la nuestra, es una oportunidad altamente enriquecedora. Uno conoce gente nueva, nuevas formas de ver la vida, las relaciones y el trabajo y, sobre todo, se vuelve más consciente de los aspectos negativos de su cultura local. Soy un firme defensor de la importancia de abrir la mente y huir de esa percepción de perfección en la cultura de tu país, para lo cual es muy importante vivir en otros países.

¿En qué medida esta formación especializada supone una mejora en tus expectativas laborales?

Esta formación ciertamente supone una importante mejora en mis expectativas, la cual espero que se traduzca en un mejor futuro profesional. Las empresas son conscientes del gran aprendizaje que mencioné con anterioridad y creo que valorarán tanto la formación como el hecho de haber vivido en el extranjero. Una empresa interesada en un especialista en comercio exterior que deba viajar o representar a la empresa en el extranjero estará interesada en alguien que haya demostrado ser capaz de vivir fuera de la seguridad y comodidad de su país de origen.

También considero que es una excelente forma de entrar en el mundo del comercio exterior. En el actual mercado laboral, con una demanda de empleo que sobrepasa la oferta, querer trabajar en un determinado sector no siempre se traduce en poder hacerlo. Uno va trabajando en otras ramas por no conseguir acceder al sector que desea y adquiere una experiencia que, aunque siempre sea útil, no va encaminada a allanarle el camino en el sentido que desea.

¿Recomendarías a una empresa salir al exterior?

Si, sin dudarlo. Salir al exterior beneficia a la empresa en innumerables aspectos. En primer lugar, el mercado aumenta. En el momento que una empresa decide apostar por la internacionalización, automáticamente se abre un mar de posibilidades con los distintos mercados de destino. Mercados que deberán ser cuidadosamente estudiados con el fin de abordar aquellos en los que la empresa pueda aprovechar mejor sus fortalezas y ventajas competitivas. En este sentido, considero que para todo tipo de empresa, producto y filosofía, existe la posibilidad de internacionalizar. Hay mercados maduros, con mayor seguridad pero una más difícil entrada salvo gran innovación, y mercados emergentes, típicamente asociados a un mayor riesgo pero también un gran retorno. Entre estos, hay una infinidad de variantes entre las que elegir; un país muy desarrollado puede, a priori, parecer de difícil entrada, no obstante, puede tener cierto grado de subdesarrollo en el sector en el que opera nuestra empresa.

Adicionalmente, una empresa internacionalizada tiende a ser mucho más sólida. Las exigencias de operar en varios mercados hacen que el empresario deba establecer unas bases más sólidas que las exigidas por el mercado local, lo cual se traduce en una mayor capacidad para soportar desajustes como la crisis reciente. El hecho de operar en varios países también da una gran ventaja ligada a la distinta temporalidad en los posibles shocks. La crisis reciente afectó a las distintas zonas geográficas a distintas velocidades y en distintas magnitudes, viéndose beneficiadas aquellas empresas que también operaban en países donde la crisis tuvo un menor impacto o este fue más tardío que en España.

¿Y a otros recién licenciados?

Claramente. Como ya comenté, salir al exterior ayuda a abrir la mente y desarrollarse como persona, lo cual siempre es una gran baza. Considero que todos, en especial quien quiera dedicarse a ramas como el comercio exterior, deberíamos vivir fuera una temporada. Vivir un año o dos en el extranjero no implica renunciar a tu país, simplemente es un lapsus en el cual aprendes de otras culturas.

A esto se debe añadir las oportunidades que hay en otros países en lo profesional. En Suecia, por ejemplo, hay una gran necesidad de ingenieros. Un ingeniero recién licenciado, con un buen nivel de inglés, puede ver un panorama mucho más optimista si considera mercados como el sueco que si se centra únicamente en Canarias.